Yo he decido que en esta época SIN EDAD voy a aprovechar mejor mi tiempo, porque al final te das cuenta que no puedes contentar a todos, hay que saber decir NO, y distinguir entre lo que la gente espera que hagas y lo que a ti te hace feliz.
No hablo de mirar sólo para ti, de ser egoísta, no no, hablo de mirar para donde y a quien tu crees que debes mirar, pero sin agobios.
A lo largo de mi vida he visto como nos ibamos metiendo en rutinas, costumbres, obligaciones personales, profesionales, sociales, todo tipo de situaciones que requieren tu presencia de alguna forma y que te van quitando el tiempo para la ilusión, para sentir de verdad lo que haces, para hacer las cosas que te emocionan, las cosas que te apetecen de verdad, esas imágenes o recuerdos que van llenando esa maleta que va viajando contigo en la vida.
A mí me educaron, y seguro que a muchos de vosotros igual que a mí, en la teoría que en esta vida no se está sólo para hacer lo que uno quiere, frases como : en la vida no se está sólo para divertirse o pasárselo bien, hay que aprender a renunciar, a cumplir con las obligaciones y a aburrirse y etc.. Que a este mundo se viene a todo no te agarres sólo a lo bueno de esta vida, me decían.
Y yo obedecí, y lo hice, casi siempre, ¡claro! Aunque también tuve tiempo, mucho tiempo para pasármelo bien, que no me que quejo, eh?, pero últimamente, deben ser los años, he sentido el agobio de que todas esas obligaciones e imposiciones se estuvieron apoderando de mi tiempo demasiado, ahora que renuncio a mi tiempo sin remedio, me he dado cuenta que muchas veces he renunciado porque el día a día, el aceptar, el no decepcionar, hacían que no me quedará ni un minuto libre para hacer lo demás. Habrá que cumplir algún que otro sueño, hacer algo sólo porque te da la gana y te hace feliz, cambiar de casa, cambiar de ciudad, aunque sólo sea por vacaciones, ir a la otra punta del mundo, no sé, aprovechar el tiempo y no dejar que siga pasando un año, un año más.
Recuerdo cuando era jovencita que salía en la tele Isabel Gemio con un programa que se llamaba : “Sorpresa, Sorpresa”. Ese programa hacía que muchos abducidos por su día a día, y esa vida monótona cargada de obligaciones y rutinas, perdieran por un rato ese ritual y se encontraran con un ser querido, podía ser un amigo de la infancia, un hermano que vivía en Cádiz, sí, sólo en Cádiz, cosas así, se lo traían y la gente lloraba de ilusión, un atracón a llorar, como si se les fuera la vida en ello, y yo pensaba, ¿y nunca lo habían ido a visitar 😱😱😱? yo no entendía como aquella gente podía llegar a estar 20 años sin ver a alguien que realmente le emocionaba tanto por los problemas del día a día (eso decían)y por eso mismo les juzgaba mal, vamos pensaba que le echaban mucho cuento a la vida, que no sería para tanto!
¡Pues ahora sí les entiendo!! ¡SÍ!
Cuando veía ese programa con mi hermana, yo le decía (medio en broma-medio en serio) que si me hicieran a mi UN Sorpresa Sorpresa por favor me llevaran a mis amigas del colegio, a las internas de Oviedo, ya que no las he vuelto a ver desde que me fui, y con las que he vivido cosas que no me olvido y creo que no olvidaré jamás. Sólo de pensarlo, y verme en esa situación, llegando ellas al plató (la de grao, la de Cornellana, la de Infiesto, la de La Pola) y todas abrazándonos, yo lloraba también de emoción.
Unos 20 o 25 años más tarde, hicieron una reunión en Oviedo de antiguas alumnas, y me llamaron ¡claro!, y no fui, porque tenía una boda en Madrid, no recuerdo ni de quien, otra vez me volvieron a llamar, y tampoco fui, no sé qué ALGO TAN IMPORTANTE tenía que hacer…. Y he pensado muchas veces ¿Ves cómo vamos cambiado lo bueno por lo necesario? ¿lo que de verdad quieres hacer por lo que los otros esperan de ti?, has estado a la altura de tu entorno y de tus circunstancias de ahora, has hecho lo que todos esperaban de ti, pero guardas tu bola piedra por no haber hecho lo que querías de verdad.
Ahora entiendo a esa gente que se le pasan 20 años sin hacer lo que quiere aunque eso sea NO ver a un hermano, qué no digo que sea bueno, pero entiendo que no se le puede sentenciar a la ligera por raro que te parezca, puede que sea un blandito, muy blandito, que en su vida cogió el camino de no decepcionar, de no decepcionar a alguien, o de no decepcionar a los demás, aunque por dentro lleve la tristeza agarrada y sin remedio, un coleccionista de renuncias que pelea con la vida que le toco vivir, contentando a gente que, y muy posiblemente, no lo habrán apreciado jamás. (lo que se decía siempre en nuestros términos de la vida, un pobre desgraciao)
Con los años aprendes muchas cosas, a veces cosas que ya no puedes remediar, una de las que yo aprendí es esta, que debes escucharte más y dejar de escuchar tanto a los demás, porque en tu interior lo que te queda como una losa, lo que te va pesando, y cada vez más, es todo eso a lo que has renunciado por algo o alguien que ya ni te acuerdas, y todo eso que has hecho por ellos, por los otros, por no decepcionar, no te alivian el peso, seguramente hacen que te pese más.
Así que sigo con mis buenos propósitos de esta época SIN EDAD, aligerar la maleta, voy a intentar coleccionar un poco de todo, de momento mezclado, alguna renuncia por la gente que quieres, sí, pero algún NO como una casa también habrá que aprender a dar, o ¿no, mis sines?
Pues eso……… por fin, se tú!
Yo también hacía lo que se esperaba de mí. Rompí con aquello y ahora puedo decir que soy más feliz haciendo lo que me apetece
Gracias Jose Antonio! así que esto de renunciar no es sólo cosa de mujeres, eh?? Me alegra tener hombres opinando por aqui!!!!
Welcome MEN!! jejeje
Qué bonito programa , «sorpresa sorpresa».. yo no iria ni «pa atrás», por si me la daban de verdad .
Jajaja creo que yo tampoco, era un suponer, muy de suponer;-)